La DGE unificará las penas a alumnos que realicen daños en las instituciones. Normalmente los padres deberán pagar lo que rompan sus hijos.
Decidida a acabar con el flagelo del vandalismo en las escuelas, la titular de la DGE, adelantó a este diario que las penas para los estudiantes que cometan faltas de este tipo ya no dependerán de los códigos de convivencia de cada institución sino que serán penalizados por una resolución común para todo el territorio provincial a la que las directoras deberán atenerse.
Las familias de los alumnos que destrocen mobiliario de las escuelas deberán pagar los arreglos de su bolsillo y los padres deberán colaborar con sus hijos en la reparación del daño ocasionado.
A partir de ahora los actos de vandalismo en las escuelas serán considerados como faltas graves mediante una resolución.
El Gobierno gasta 450.000 E cada mes en reparar daños producidos por los propios estudiantes, nada menos que el 25% del presupuesto total destinado al mantenimiento de los establecimientos de 1,8 millones.
Es por eso que desde el año próximo regirá una resolución (aún sin número) que especifica que quienes cometieron la falta deben reparar el daño.
Si romper es una falta grave, entonces el número de amonestaciones que se contempla no es menor a diez. Con 20 amonestaciones un estudiante puede ser expulsado de la escuela.
Al ser consultada sobre el proyecto del senador de imponer el castigo del arresto a los padres cuyos hijos comentan actos de vandalismo en los establecimientos educativos, opinó: “Sería interesante si se hiciera esta modificación del Código de Faltas que se propone, ya que el Código Penal contempla sanciones de este tipo para los chicos mayores de 16 años que dañan bienes del Estado”.
El tema es delicado. Por ese motivo se elevó la resolución a fin de establecer con claridad la responsabilidad penal del estudiante en caso de cometer una falta grave.
En este sentido, la funcionaria puso énfasis en que a partir del próximo ciclo escolar la tasa de vandalismo será un indicador de calidad educativa de cada escuela, por lo que advirtió que los docentes deberán ocuparse más de prevenir estas situaciones.